Sra. Lei Cao García-Bote (Kuala Lumpur, Malasia)
¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él. - 1ª de Juan 3:1 (NVI)
Cuando estaba en la universidad, podía señalar cuales de todas las personas que viajaban en el autobús eran compañeros estudiantes. Había algo familiar y parecido entre todos los que estudiábamos en la misma universidad. Tal vez era la manera de vestir, hablar o caminar. No estoy segura de qué, pero...
En Cristo, mi identidad es la de un hijo/a amado de Dios.
por establecer una conexión profunda
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