Sra. Helen Pain (Inglaterra, Reino Unido)
La lámpara del cuerpo es el ojo. Cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo esta lleno de luz; pero cuando tu ojo es malo, también tu cuerpo estará a oscuras. - Lucas 11:34-35 (RVC)
Era el día de Navidad, por la mañana. Me levanté, fui al baño y vi que había un residuo de espuma de afeitar en el lavabo. «Ay...¡pero qué irritante cuando no enjuaga el lavabo!» pensé. Una vez que me lavé y me vestí, subí por las escaleras y noté las...
Cuando esté frustrada con los demás, me centraré en el amor de Dios por ellos.
Por alguien cuyos hábitos me molestan
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