Sr. David Angango (Nairobi, Kenia)
El Señor nos ha rechazado, pero no será para siempre. Nos hace sufrir, pero también nos compadece, porque es muy grande su amor. - Lamentaciones 3:31-32 (NVI)
Llovió durante toda la noche. La mañana se me hacía gris y deprimente. Los caminos de tierra, negros de lodo, salpicaban bajo mis pies al caminar hacia el trabajo. Tenía un pésimo estado de ánimo.
Entonces, recibí la noticia de parte de mi amigo. Mamá había fallecido. Había estado gravemente...
Dios está presente aun en mi dolor.
Por niños en duelo por la muerte de alguno de sus padres
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