Vivir conforme a nuestras decisiones

«Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la
comunión, en el partimiento del pan y en la oración».

Al comenzar el año escucho conversaciones sobre decisiones
y objetivos. Formulamos listas en las redes sociales
sobre los libros que planeamos leer, los lugares que deseamos
visitar, los hábitos que nos gustaría abandonar o adquirir. A
veces me pregunto si no quedamos atrapados entre tantas listas
y conversaciones sobre las metas. Después de todo, hablar
sobre el nuevo comienzo que nos ofrecen las decisiones del
año nuevo es lo más sencillo. Lo difícil es ponerlas en práctica.
En este número de El Aposento Alto, muchos de los autores
comparten historias sobre la importancia de los actos que
reflejan el amor y la misericordia de Dios para con el mundo,
servir a los demás sin ser reconocidos y prestar atención a los
detalles de la vida cotidiana. En el segundo capítulo de Hechos,
la comunidad cristiana partió el pan, compartió tiempo en
hermandad unos con otros, atendió a los necesitados y alabó al
Señor. Estos actos llevaron a otros a probar el camino de Cristo
y forjaron la comunidad que se convirtió en la iglesia.
En mi experiencia, las acciones fieles de otras personas me
inspiraron a vivir de manera más cristiana. Pienso en amigos
y familiares que oraron por mí y me apoyaron en tiempos de
angustia y de alegría. Pienso también en los mentores que me
brindaron el don de su presencia cuando necesité ser guiada.
Al leer, reflexionar y orar, espero que
consideren estas preguntas: ¿Dónde ven
ustedes a Cristo en acción en su vida y en su
comunidad? ¿Cómo vivirán ustedes este año
una vida que honre a Cristo? Espero que
para todos nosotros el 2019 sea un año rebosante
del gozo de servir a Cristo mientras
servimos a los demás.
— Hechos 2:42 (NVI)

— Lindsay Gray
Directora Editorial, The Upper Room