Esperar y la espera

1 de marzo, 2021 por Lindsay Gray

El ángel dijo a las mujeres: — «No tengan miedo; sé que ustedes
buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado,
tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron
».

— Mateo 28:5-6 (NVI)

Mientras escribo esto, nuestro mundo se enfrenta a una
pandemia. La incertidumbre sobre el futuro se propaga casi
tan rápido como la enfermedad, arraigándose en el pánico o la
negación. Muchas personas están en cuarentena para ayudar
a frenar la propagación del virus. En este momento el futuro es
incierto; estamos conscientes de la fragilidad de la vida.
Mientras los temas de incertidumbre y fragilidad de vida
cobran mayor importancia en este momento que en otros, tampoco
son algo nuevo. Muchos escritores en este número hablan
de buscar la guía de Dios mientras toman decisiones que alteran
la vida o reciben un diagnóstico terrible. Algunos recuerdan
preguntándose, durante su juventud, qué camino tomaría sus
vidas. Otros escriben acerca de ser sorprendidos cuando enfrentaron
obstáculos en el camino que habían elegido o de tener
que cambiar dirección por completo. Sin embargo, a pesar de
todo, cada escritor habla de la presencia constante de Dios.
Qué apropiado, entonces, que hayamos entrado en la temporada
previa a la resurrección de Pascua. En los días anteriores
a la muerte de Jesús, los discípulos seguramente sintieron
confusión, miedo y negación mientras seguían a Jesús hacia un
futuro incierto. Mientras caminamos con Jesús y los discípulos
hacia Jerusalén y hacia la cruz, sentimos su confusión y temor.
¿A dónde vamos? ¿Qué sucederá? ¿Cómo continuaremos sin
nuestro amado Maestro? Cuando los temores
amenazan con abrumarnos, el evangelio nos
recuerda que más allá de la Cruz nos espera
la esperanza. La muerte no tiene la última
palabra. Hay esperanza de una nueva vida
por delante. Y en cada momento, nuestro
Dios amoroso camina con nosotros.

— Lindsay L. Gray
Directora Editorial
The Upper Room


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Acerca de la guía de meditaciones

La misión de la revista El Aposento Alto es proveer una forma práctica de escuchar la Escritura, de conectarse con los creyentes alrededor del mundo y de pasar un tiempo con Dios cada día.

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