BENDECIR Y SER BENDECIDO

2 de enero, 2018 por Lindsay Gray

Una de las formas habituales en las que termino una carta o correo electrónico es «Bendiciones». Este es mi modo de expresar mi oración y buena voluntad hacia el receptor. Cuando decimos a alguien: «Que Dios te bendiga» creo que a menudo queremos decir: «Oro al Señor para que te cuide, te proteja o haga tu vida más fácil». Pero hace poco tiempo escuché un sermón que me ayudó a entender que las bendiciones mencionadas en las Escrituras son mucho más complejas que la simple buena voluntad o favor, y que la bendición de Dios trae consigo también responsabilidades. Comencé a preguntarme qué significa bendecir y ser bendecido y busqué respuestas en la Biblia.

Son dos las palabras griegas que frecuentemente se traducen como «bendecir» en la versión inglesa de las Escrituras. El verbo eulogeo significa «pedir a Dios un favor especial». Hacemos uso de este sentido de «bendición» cuando oramos antes de comer, y este es el significado que se aplica en mis cartas. La segunda palabra para bendecir es makarios, y ésta llamó mi atención. Makarios es la palabra que se traduce como «benditos» o «dichosos» en el pasaje de Mateo 5, conocido como las bienaventuranzas. Jesús dice esto a sus discípulos, «Bienaventurados los pobres en espíritu . . . los que lloran . . . los que padecen persecución por causa de la justicia» (Mateo 5:3-4, 10, RVC). Entonces makarios, «benditos» no es algo que poseemos o que cae sobre nosotros, sino algo que encarnamos, que somos.

Si eulogeo pide el favor de Dios, makarios nos dice cómo es nuestra vida cuando tenemos el favor de Dios. Este tipo de bendición tiene que ver con lo que es importante para Dios y cómo Dios ve al mundo. En el Nuevo Testamento, Jesús utiliza el término makarios para describir a los patrones que lavan los pies de sus siervos, a los anfitriones que atienden a invitados que no pueden pagarles, a quienes no se ofenden porque el ciego recobre la vista, el muerto resucite y los pobres reciban las buenas nuevas.

Pedro, quien percibe la verdad de Dios y llama a Jesús Mesías, es makarios. María, que cree el mensaje del Señor
de que su hijo salvará al mundo, es makarios. Este tipo de bendición no es una felicidad superficial o fugaz, no se trata de la

ausencia de dolor o angustias. Por el contrario, es la felicidad que proviene de la esperanza de hallar consuelo en el dolor,
misericordia y conocer a Dios. ¿No es esta la bendición que todos anhelamos? ¿Para conocer verdaderamente a Dios y
compartir lo que lo hace feliz? Makarios es seguramente más duradera y gratificante que cualquier regalo material o recompensa.

Esta bendición perdurable no se trata solo de usted o de mí como individuos. Jesús utiliza la forma plural de la palabra. Una mejor traducción de las bienaventuranzas sería: Todos ustedes tendrán el gozo de conocer la alegría de Dios cuando son pobres en espíritu, porque el reino de los cielos pertenece a todos. Todos ustedes tendrán el gozo de conocer la alegría de Dios cuando lloran, porque todos serán consolados. Las bienaventuranzas nos recuerdan que más allá de toda prueba o dolor que experimentemos, no estamos solos y solas. «Benditos todos ustedes los que lloran, porque serán consolados». Makarios nos reúne en nuestro sufrimiento y nos desafía a actuar para el bien de los otros — consolar a los que lloran, dar y recibir misericordia, ser pacificadores. Al hacerlo, usted y yo y toda la comunidad amada por Dios disfruta del gozo de conocer al Señor más profundamente. ¡Que Dios nos bendiga!

Varias de las meditaciones de este número tratan temas relativos a bendecir y al compromiso de la comunidad. Considere leer las siguientes meditaciones nuevamente al reflexionar: 2, 6, 10, 12 de enero y 2 de febrero.

Preguntas para la reflexión:

1. Cuándo piensa en ser bendecido por Dios, ¿qué le viene a la mente? Para usted, ¿las bendiciones son materiales o espirituales?
2. ¿Cómo sería para su comunidad recibir bendición al estilo makarios? ¿La gente se comportaría de otro modo? ¿Cómo podría ayudar a crear una comunidad bendecida de este modo?


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Acerca de la guía de meditaciones

La misión de la revista El Aposento Alto es proveer una forma práctica de escuchar la Escritura, de conectarse con los creyentes alrededor del mundo y de pasar un tiempo con Dios cada día.

Más detalles Imagen por: Guy MOLL