DAWN MARTIN | Leer El santo evangelio según San Lucas 24:36-40
Mientras pasaban algunos momentos extra reflexionando sobre los pocos versículos de hoy, noté más que el (comprensible) temor y duda de los seguidores de Jesús. Cuando leemos las historias de Jesús apareciendo a los discípulos, tendemos a centrarnos en sus reacciones. Pero esta vez me atrajo cómo Jesús les muestra...
Tome unos momentos para elevar sus cicatrices a Jesús.
Un tema que se repite en las Escrituras es nuestra incapacidad para reconocer la obra de Dios entre nosotros. En el libro de Hechos, Pedro declara que la muerte de Jesús sucedió porque sus hermanos israelitas actuaron de forma ignorante. El salmista condena el hecho de que tantas personas sigan las mentiras, pero las bendiciones de Dios para los fieles continúan sin obstáculos. Juan le dice a su audiencia que esperen que el mundo no los reconozca como hijos de Dios porque, para empezar, el mundo no reconoció a Dios. En Lucas, Jesús se aparece a sus discípulos que dudan. Él prueba la realidad de su resurrección, permitiéndoles tocar su cuerpo y comiendo en su presencia. Solo entonces se sienten seguros de que lo reconocen. ¿En qué lugares de nuestra vida no reconocemos la obra de Dios?
• Lea Hechos 3:12-19. Recuerde un momento en el que sintió la presencia de Cristo en su vida de una manera inesperada. ¿Cómo ese momento permanece con usted cuando se siente abrumado?
• Lea el Salmo 4. ¿Qué le impide clamar a Dios cuando está angustiado?
• Lea 1ª de Juan 3:1-7. ¿De qué manera su identidad como hijo o hija de Dios le empodera para realizar obras de amor en su vida diaria?
• Lea Lucas 24:36b-48. ¿Qué historia de Cristo resucitado tiene para compartir con las demás personas? ¿Cómo compartirá su historia?
Responda publicando una oración.
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