Sra. Sarah Kelleth
(Tokio, Japón)
...el Señor...lo llamó desde la zarza: —¡Moisés, Moisés! - Éxodo 3:4 (NVI)
Las paredes de nuestra casita vieja no son gruesas. Se puede escuchar los sonidos de la ciudad y de la gente que pasa por fuera — el niño que llora, la pareja que habla fuerte, el grupo de escolares que ríe alegremente. Los ruidos de fondo se han convertido en...
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