Sra. Glenda Durano (Nuevo México, EE.UU.)
Como ya se hacía de noche, los discípulos se le acercaron y le dijeron: Ya es tarde... Despide a la gente, para que vayan y se compren comida. - Mateo 14:15 (DHH)
Cuando mi hija quedó ciega, oré y creí que Dios podía sanarla. Tras miles de oraciones, Dios no le ha devuelto la vista. Pero persiste la pregunta: «¿Por qué Dios no la sana?». Después de un largo día, la multitud que estaba con Jesús tenía hambre (Mateo 14:15). Para resolver...
Cuando no puedo ver la mano de Dios, puedo confiar en su corazón.
por confiar en Dios en tiempos difíciles
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