Sra. Isabel Didriksen
(Alberta, Canadá)
Dios, en su santo templo, es padre de los huérfanos y defensor de las viudas. - Salmo 68:5 (RVC)
Tras la muerte de mi esposo, me costó mucho adaptarme a mi nuevo estado: viuda. «¿Quién soy? ¿A dónde iré ahora? ¿Cuánto durará mi pena?». Aunque la tristeza todavía llega sin avisar, he descubierto que Jesús me ayuda en estos momentos oscuros al aferrarme día a día a la palabra...
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