Sr. Doug Wingert (Arizona, EE. UU.)
¡Cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas. - Salmo 36:7 (NVI)
Cuando mi familia vivía en una zona desértica, el único momento de alivio del calor interminable del verano era ir a la piscina pública. Mis padres nos inscribieron, a mis hermanos y a mí, en clases de natación. Todavía recuerdo el miedo que sentí en las primeras clases, especialmente cuando...
Dios jamás me abandonará.
por quienes están aprendiendo a nadar
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