Sra. Ruth Haroon
(Punjab, Pakistán)
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,...y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que...también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. - 2ª a los Corintios 1:3-4 (NVI)
Mi madre tenía 52 años cuando murió de un infarto. No la habían tratado por ninguna condición del corazón y estaba sana. Su repentina muerte fue un gran golpe para toda mi familia. Casi no hablábamos de mi madre por temor a causar más dolor al hablar de ella.
Pero,...
Compartir en redes sociales