Sr. Cassius Rhue
(Carolina del Sur, EE. UU.)
Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. - Romanos 8:26 (DHH)
Mi esposa y yo desarrollamos el hábito de orar juntos cada noche antes de acostarnos. Normalmente, yo oro en voz alta por nuestro matrimonio, nuestros hijos, la iglesia y la comunidad y por otras preocupaciones del día, mientras mi esposa ora en silencio. Aprendimos que ese tiempo compartido en oración...
Compartir en redes sociales