Sra. Reese Delaney
(Georgia, EE. UU.)
Si tú, Señor, tomaras en cuenta los pecados, ¿quién, Señor, sería declarado inocente? Pero en ti se halla perdón, y por eso debes ser temido. - Salmo 130:3-4 (NVI)
Recientemente, dejé una empresa donde los diez últimos años desempeñé un rol fundamental en su crecimiento. Cumplía un rol de liderazgo y la decisión de renunciar fue difícil. No podía explicar exactamente lo que iba mal, pero sabía que las cosas estaban cambiando. Cuando compartí mis preocupaciones sobre el futuro...
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