Srta. Enid Adah Nyinomujuni
(Dar es Salaam, Tanzania)
En seguida Jesús...se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y oró diciendo: «Padre mío, si es posible, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú». - Mateo 26:39 (DHH)
El Viernes Santo me recuerda una época en la que me resultaba difícil hacer la voluntad de Dios. Estaba sirviendo a Dios en otro país, me sentía sola y deseaba poder volver a casa con mi gente. Pero pensé en cómo Jesús se entregó a la voluntad de Dios aun...
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