Sr. Gregory N. Seltzer
(Florida, EE. UU.)
Pero, al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: ¡Señor, sálvame! En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió: —¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? - Mateo 14:30-31 (NVI)
He organizado siete grupos de viajeros a Israel en los últimos 25 años. Como parte de los viajes, siempre damos un paseo en bote por el Mar de Galilea. Cuando llegamos al centro del mar, le pido al capitán que apague los motores del barco. Mientras navegamos a la deriva,...
Compartir en redes sociales