Sra. Jen Chapman
(Virginia del Oeste, EE. UU.)
En esto se desató sobre el lago una tormenta tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había dormido. - Mateo 8:24 (DHH)
La tormenta salió de la nada. Cuando subieron a la barca, el agua estaba en calma, pero ahora se balanceaba violentamente entre las olas. Estaban aterrorizados y rápido se volvieron hacia el Único que podía ayudarlos. Pero, Jesús dormía. Lo despertaron, presos del pánico. «¡Sálvanos!» gritaron. «¡Nos ahogaremos!». Mientras las...
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