Sr. Gary E. Crum (Virginia, EE. UU.)
¡Bendice, alma mía, al Señor! ¡Bendiga todo mi ser su santo nombre! ¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguna de sus bendiciones! - Salmo 103:1-2 (RVC)
Cuando era niño, el pastor de la pequeña congregación rural a la que asistía usaba los versículos del Salmo 103 como el llamado a la adoración. Él trabajaba plantando iglesias y había dado inicio a varias congregaciones en las décadas de los años 50, 60 y 70. Cuando yo tenía...
Recordar las bendiciones pasadas con gratitud me fortalece hoy.
Por los pastores de comunidades rurales
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