Sra. Marcy Farr (Texas, EE. UU.)
El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues no sabemos qué nos conviene pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. - Romanos 8:26 (RVC)
«¡Éste niño es bastante extrovertido!», dijo el pediatra cuando mi esposo y yo llevamos a nuestro primer hijo para su exámen físico de un año. Desde ese día, extrovertido y confiado, Madison ha dado la talla a esa descripción. Su hermana, Anna, es distinta. Desde pequeña, Anna bajaba la mirada...
Cuando escucho al Espíritu Santo, el intento de mis oraciones se abre a seguir la voluntad de Dios.
por padres desafiados por la naturaleza única de un hijo o hija
Responda pida su oración.