Segundo libro de Samuel 15:13-26
13
Entonces un mensajero fue a decirle a David que Absalón se estaba ganando la buena voluntad del pueblo de Israel y que muchos lo seguían, 14
y David ordenó a todos sus servidores: 15
Sus siervos le respondieron: 16
El rey David salió de Jerusalén, seguido de toda su familia, pero dejó a diez de sus concubinas para que cuidaran del palacio. 17
Una vez que salió, él y todos sus seguidores se detuvieron en un lugar alejado. 18
Todos sus hombres fieles, incluidos los cretenses y peleteos, desfilaron a su lado; la vanguardia la formaban los seiscientos guititas que habían venido caminando desde Gat. 19
El rey David llamó a Itay el guitita, y le preguntó: 20
Apenas llegaste ayer, así que no puedo pedirte que nos acompañes. Yo tengo que ir a donde pueda, pero tú, regresa, y haz que tus hermanos también regresen. Que el Señor te muestre su amor constante y su fidelidad.» 21
Pero Itay le respondió: 22
Entonces David le dijo: 23
Todo el pueblo lloraba amargamente, y junto con el rey cruzaron el torrente de Cedrón y tomaron el camino que lleva al desierto. 24
Entre los que huían estaban el sacerdote Sadoc y los levitas que llevaban el arca del pacto de Dios. Mientras todo el pueblo salía de la ciudad, ellos descansaron del arca, y luego los siguió Sadoc. 25
Cuando el rey vio esto, le dijo a Sadoc: 26
Pero si él me dice que ya no soy de su agrado, entonces que haga de mí lo que mejor le parezca.»