Sra. Ruth Brentner (Illinois, EE. UU.)
Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. - Marcos 10:45 (NVI)
Hace varios años me caí sobre hielo, torciéndome gravemente la muñeca. Como vivía sola, durante varios días tuve que hacer todo con una sola mano. Las tareas más simples, como untar mantequilla sobre un panecillo fueron difíciles. Mi hija manejaba más de una hora para llegar a casa, prepararme un...
Mis manos son el regalo de Dios para servir a los demás.
POR QUIENES AYUDAN EN MI IGLESIA
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