Jueces 7:4-15
4
Pero el Señor volvió a decir: 5
Gedeón llevó entonces a su gente al río, y allí el Señor le dijo: 6
Los que se llevaron el agua a la boca con la mano y la lamieron fueron trescientos hombres; el resto de la gente se arrodilló para beber. 7
Entonces el Señor le dijo a Gedeón: 8
Se prepararon provisiones y trompetas para la gente, y a los demás Gedeón los envió de regreso a su casa; sólo retuvo a los trescientos hombres. El campamento de Madián estaba en el valle. 9
Y aquella noche el Señor le dijo a Gedeón: 10
Si tienes miedo de ir, que te acompañe Fura, tu criado. 11
En cuanto oigas lo que dicen los madianitas, ármate de valor y atácalos.» 12
Los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente se habían extendido por el valle como una plaga de langostas. Sus camellos eran tantos como la arena del mar. 13
Cuando Gedeón llegó al campamento, un hombre le contaba a su compañero lo que había soñado. Le decía: «Tuve un sueño, en el que veía que un pan de cebada venía rodando hasta el campamento de Madián, y cuando llegó, golpeó tan fuerte la tienda de campaña, que la derribó.» 14
Y su compañero le respondió: «Esto no es sino la espada de Gedeón hijo de Joás, el israelita. ¡Dios ha puesto en sus manos a los madianitas y a todo su campamento!» 15
Al oír Gedeón el sueño y su interpretación, adoró al Señor; luego regresó a su campamento, y dijo: