Sr. James R. Hayes (Tennessee, EE. UU.)
Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud que los lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu que los hace hijos de Dios. Por este Espíritu nos dirigimos a Dios, diciendo: «¡Abbá! ¡Padre!». - Romanos 8:15 (DHH)
Al conducir hacia mi hogar tras el funeral de mi madre, sentí una profunda tristeza al saber que, con la muerte de mis padres, quedé huérfano. Sentí pena por mí mismo, totalmente solo y abatido.
En lo profundo de mi desesperación, el Espíritu me recordó que Jesús nos asegura que...
Soy amado como miembro de la familia de Dios.
Por alguien que llora la muerte de uno de sus padres
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