Sra. Mónica A. Andermann
(Nueva York, EE. UU.)
Pero el Señor le dijo: «No se trata de lo que el hombre ve; pues el hombre se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón». - 1º de Samuel 16:7 (DHH)
Dejé de lado la naranja un poco deforme, de cáscara fina y manchada y tomé una redonda, perfecta. «No se deje llevar por el aspecto», me dijo otro comprador. «La naranja de cáscara fina es más dulce y jugosa que la otra». Para satisfacerlo, tomé una de cada una. Ahora...
Compartir en redes sociales