Sr. David J. Schreffler (Pensilvania, EE.UU.)
Llegó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy costoso, hecho de nardo puro. Rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. - Marcos 14:3 (NVI)
Mi hijo me regaló un frasco grande de mi colonia favorita. Atesoro su regalo, y con el correr de los meses la uso apenas, porque no quiero que se acabe. Ahora bien, a la mujer de la lectura de hoy no le preocupaba conservar su costoso perfume. Rompió el frasco...
Hoy buscaré las maneras de entregarme al Señor.
Por quienes son llamados a un ministerio nuevo
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