Sr. Stephen Smith (Texas, EE.UU.)
Tras el terremoto vino un fuego. Pero el Señor tampoco estaba en el fuego. Luego vino un silbo apacible y delicado. . . - 1º de Reyes 19:12 (RVC)
Soy arqueólogo y colaboro supervisando construcciones en zonas históricas. Una vez estaba supervisando unas excavaciones cerca del centro de la ciudad. Era el mediodía y las tareas se detuvieron para dar paso al almuerzo. Las enormes excavadoras dejaron de tronar y el silencio inundó el lugar. Dado que mi oído...
El silencio me permite escuchar la voz de Dios.
Por quienes temen al silencio
Responda pida su oración.