Sra. Esther Ruíz Saldaña (Coahuila, México)
¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. - Salmo 42.5 (RVR)
Como maestra de escuela dominical, la primera regla que aprendí fue: siempre hay un niño que llora por sus padres. Domingo tras domingo hay por lo menos un pequeño que se deshace en lágrimas deseoso de volver con quien lo hace sentir seguro.
Muchas veces he querido explicarles que sus...
Voy a buscar la presencia de Dios en todo lo que haga.
Por alguien que se siente abandonado
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