Isaías 49:8-18
8
Así ha dicho el Señor: 9
para que digas a los presos, a los que están en tinieblas: “Salgan de ahí; déjense ver.” En los caminos y en todas las alturas tendrán pastos y allí serán alimentados. 10
No tendrán hambre ni sed, ni los agobiará el sol ni el calor, porque quien les tiene misericordia los guiará y los llevará a manantiales de aguas. 11
Yo convertiré todos mis montes en caminos, y mis calzadas serán levantadas. 12
Estos que ven aquí vendrán de lejos; estos otros vendrán del norte y del occidente, y aquellos otros vendrán de la tierra de Sinim.» 13
Ustedes, los cielos, ¡canten alabanzas! Y tú, tierra, ¡canta de alegría! ¡Que prorrumpan los montes en alabanzas! ¡El Señor ha consolado a su pueblo, y se ha compadecido de sus pobres! 14
Sión dice: «El Señor me ha abandonado. El Señor se olvidó de mí.» 15
¿Pero acaso se olvida la mujer del hijo que dio a luz? ¿Acaso deja de compadecerse del hijo de su vientre? Tal vez ella lo olvide, pero yo nunca me olvidaré de ti. 16
Yo te llevo grabada en las palmas de mis manos; siempre tengo presentes tus murallas. 17
Tus edificadores vendrán apresurados, y saldrán de ti los que te han destruido y asolado. 18
Alza los ojos y mira a tu alrededor: Todos estos se han reunido; han venido a ti. Yo te juro que todos ellos serán para ti como un fino vestido, y que te adornarán como a una novia.