LAURA HUFF HILEMAN | Leer Salmos 139:17-18
Nuestra mortalidad está cargada de lo infinito de Dios.
El salmista canta la insondable suma de los pensamientos de Dios, tantos como los granos de arena que cubren el paisaje de Israel. Aquí en los Apalaches, lo que hay por todas partes son hojas, en millones de árboles, infinitos e...
¿Cuándo está plenamente vivo? Medite en un momento de vitalidad y deje que todo su cuerpo resuene con esa conciencia.
En las lecturas de esta semana, exploraremos siete maneras en que nuestra encarnación manifiesta tanto la vulnerabilidad del ser humano como el «poder extraordinario» de Cristo: el tesoro en los vasos de barro. Estas paradojas incluyen los misterios de haber sido creados de manera aterradora y maravillosa, cómo la enfermedad y las heridas nos hacen vulnerables a una sanidad vivificante, cómo el hambre física nos abre a la abundancia del reino de Dios, cómo nuestro abandono al sueño puede revelar nuestras fortalezas ocultas, cómo el verdadero conocimiento incluye el no saber, cómo el envejecimiento puede abrirnos a la «vida de Jesús» dentro de nosotros, y cómo nuestra mortalidad está cargada de lo infinito de Dios. Todo esto apunta a esta paradoja de la fe: aquello que nos hace sentir vulnerables nos abre al Dios vivo. Como dice el apóstol Pablo en otra parte: «En nuestra debilidad está nuestra fuerza».
• Lea Marcos 2:23–3:6. ¿Quién de las personas en este pasaje lanza una respuesta emocional hacia usted? ¿Cuál es el sentimiento que usted lleva hacia cada una de estos personajes?
• Lea Salmo 139:1-6 y 13-18. ¿Cómo se siente ser tan completamente conocido y transparente ante Dios?
• Lea 1º de Samuel 3:1-20. ¿Alguna vez ha tenido un sueño o una visión que le ayudó a sentir que Dios estaba indudablemente con usted?
• Lea 2ª a los Corintios 4:5-12. ¿Ha habido algún momento en su vida en el que el sufrimiento ayudó a revelar la gloria de Dios?
Responda publicando una oración.