AMY VAUGHAN | Leer Evangelio según San Juan 3:14-21
Juan 3:16 a menudo aparece en la frente de las personas en los juegos de pelota, en pancartas, calcomanías en los parachoques o en folletos que se dejan en los baños públicos. Crecer en una iglesia cristiana significa que usted conoce o conoce de este famoso versículo que algunos llaman...
Señor, que nuestras manos y corazones sean usados por ti como tu instrumento de salvación para el mundo que tanto amas. Úsanos para reconciliar y restaurar toda la creación. Amén.
A veces nos metemos en problemas por nuestras palabras y acciones. Está bien admitirlo; Nos pasa a todos. Los israelitas experimentaron esto cuando sus constantes quejas provocaron la ira de Dios en el capítulo 21 de Números. Sin embargo, incluso en esta historia, Dios proporciona los medios de salvación. El salmista hace eco del estribillo de que cuando nos ponemos en malas posiciones, podemos clamar al Señor por liberación. Leemos en Efesios que todos nosotros vivíamos en desobediencia a Dios, pero Dios ha hecho toda la obra de la reconciliación por la gracia dada a través de Cristo Jesús. Juan une todo esto, señalando la historia en el capítulo 21 de Números para enseñarnos que Cristo es el medio de restauración y salvación para todos los que creen en él.
Lea Números 21:4-9. ¿Cuándo se queja a Dios? ¿Su queja alguna vez interfiere con su sentido de la presencia de Dios con usted?
Lea el Salmo 107:1-3, 17-22. ¿Qué práctica le ayuda a agradecer a Dios cada día por el amor constante de Dios?
Lea Efesios 2:1-10. ¿Cómo le mueve su sentido de la salvación y de la gracia de Dios a hacer buenas obras?
Lea Juan 3:14-21. ¿Cómo actúa como criatura de luz en el mundo? ¿Cuáles son sus «obras que son hechas en Dios»?
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