Josué 2:8-15, 21
8
Antes de que los espías se durmieran, la mujer subió a la azotea y les dijo: 9
«Yo sé que el Señor les ha dado esta tierra. Todos los habitantes del país les tienen miedo. Por causa de ustedes están tan atemorizados, que su ánimo está por los suelos. 10
Sabemos que, cuando ustedes salieron de Egipto, el Señor hizo que el Mar Rojo se secara al paso de ustedes. También sabemos lo que ustedes hicieron con Sijón y Og, los dos reyes amorreos al otro lado del Jordán, a quienes ustedes destruyeron. 11
Cuando lo supimos, nuestro ánimo decayó. Por culpa de ustedes, ya no les queda ánimo a nuestros hombres, pues el Señor es Dios en los cielos y en la tierra. 12
Por eso les ruego que me juren por el Señor, que así como yo he tenido misericordia de ustedes, también ustedes la tengan con la casa de mi padre. Pero deben darme una señal segura 13
de que la vida de mi padre y de mi madre, de mis hermanos y hermanas, y de todo lo que es de ellos, serán libradas de la muerte.» 14
Ellos le respondieron: 15
Entonces, con una cuerda, ella los descolgó por la ventana, porque la casa en la que vivía estaba pegada a la muralla de la ciudad. 21
Y ella respondió: