1 de julio, 2018
por Stephen D. Bryant
Continuamos con este número de El Aposento Alto , la celebración de ochenta años de encuentros diarios con Dios.El Aposento Alto nació en México en el 1938 cuando el pastor metodista Juan Nicanor Pascoe (más tarde Obispo Pascoe) y su esposa Elisa dijeron «sí» a Dios y aceptaron la tarea de traducir y editar la guía de meditaciones diarias de la versión en inglés. Inmediatamente, El Aposento Alto se convirtió en un recurso muy conocido. Durante los siguientes 33 años, bajo el liderazgo de Pascoe, El Aposento Alto amplió su alcance y distribución. ¿Qué motivó a los Pascoe? Fue la misma pasión inspirada por Dios por el bienestar espiritual de las personas y los hogares que solo tres años antes había motivado a un grupo de mujeres en la Iglesia Metodista Travis Park en San Antonio, Texas. Este grupo de mujeres sintió la motivación de pedirle a los líderes de la iglesia que crearan la guía de meditaciones diarias. La visión fue ayudar a las familias durante la Gran Depresión mundial a encontrar fortaleza de parte de Dios en un altar familiar. Con El Aposento Alto en la mano, crear un altar familiar se convirtió en algo tan simple como reunirse para leer la reflexión diaria y compartir la oración alrededor de la mesa. Hoy en día, El Aposento Alto se usa en todo Estados Unidos y América Latina por individuos, familias, escuelas, lugares de trabajo, grupos de oración que buscan encuentros diarios con Dios. Incluso se usa para comenzar nuevas iglesias formando pequeñas comunidades de fe en hogares en torno a la práctica central del encuentro diario de la iglesia primitiva con Dios. Mediante esta práctica «eran fieles en conservar la enseñanza de los apóstoles, en compartir lo que tenían, en reunirse para partir el pan y en la oración» (Hechos 2:42, DHH). Que Dios le encuentre y le bendiga también a través de este número especial deEl Aposento Alto .
—Stephen D. Bryant
Editor Mundial, The Upper Room